3 ene 2009

Ayaka - Blue days



Llego a casa sola, como de costumbre,
saco la llave y abro la puerta
con pocas esperanzas
de que me saludes diciendo: "Bienvenida a casa".

Por miedo a ser herida, siempre aparté la mirada y huí.
Siempre que te siento en la ciudad
me encuentro a mí misma mirando alrededor sin pensar.

Si hay una respuesta que se me escapa,
esos son los persistentes trazos de tus brazos cálidos
cuando me besaste en la mejilla suavemente
y me dijiste: "Te amo"
aquella noche que nos prometimos la eternidad.

Esparcimos pedazos de luz en un gran lienzo,
pero todos los planes que hemos hecho
ahora nunca ocurrirán.

Estaba tan ocupada que en algún punto dejé de mirar al cielo.
Miro hacia el cielo estrellado
y está tan cerca que no puedo dejar de llorar.

Si hay una respuesta que se me escapa,
esos son los persistentes trazos de ver salir el sol contigo
cuando me apoyaste contra tu pecho
y me dijiste: "Te amo"
en aquellos días en que nos prometimos la eternidad.

Cuando te vi marchar,
¿debería haber tratado de detenerte
gritando hasta tener la voz ronca?
El oscuro lamento vuelve a dar vueltas y vueltas.

Si hay una respuesta que se me escapa,
esos son los persistentes trazos del sol que puedo ver
a través de las roturas en la ventana.
Calentando mis hombros temblorosos mientras cierro los ojos,
he hallado la respuesta que antes no podía ver.

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