Dibujando el vago encuentro que él había estado viendo.
¿Por qué tiembla? Desde el sentimiento que se eleva, el chico
lanza flechas de sonido al cielo cambiante.
¿Por qué todavía sigue vivo el arrepentimiento?
En algún lugar lejano, la voz de una promesa
ya no se escucha.
Aún adivinando formas, desaparece.
Aún ahora, su corazón le es arrancado y las cicatrices de la cadena le siguen quemando.
La voz que (yo) había odiado. Aquí, solo.
¿Por qué todavía sigue vivo el arrepentimiento?
En algún lugar lejano, la voz de una promesa
ya no se escucha.
Éste es mi compromiso contigo.
Todavía no puedo vivir bien.
Lo único que puedo cambiar es...
Aunque el mañana me obligue a vivir,
mis días no cambiarán.
No puedo volver a decirlo.
Si vas a romper en pedazos
la voz y los sueños que he construido, entonces contéstame.
Nadie será perdonado.
Pero no se puede decir. No se puede decir. No se puede decir.
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