La cosas brillantes y bonitas
siguen gustándome tanto como antes,
pero, hoy por hoy, mi prioridad
es ser fuerte e inteligente.
Sí, los tiempos han cambiado mucho,
pero, aun así, ¿por qué sigo escuchando
expresiones como:
"Las lágrimas son las armas de las mujeres"?
No lloramos fácilmente,
no somos siempre coquetas.
Vosotros sólo veis muñecas
que únicamente tenéis que vestir.
No somos esos seres con vestidos bonitos
que viven para complaceros.
Tenemos nuestro lado débil,
no fingimos sonrisas.
No olvidéis
que no existimos en este mundo
para serviros a vosotros.
Estoy tan segura de esto
que el dolor de mi pecho me traiciona.
Quizá es cierto que,
cuanto más sufre uno,
más aumenta su capacidad
para afrontar las cosas con fuerza y comprensión.
¿Te das cuenta de lo seguro que pareces?
¿Has puesto aposta esa cara
de sabelotodo?
¿Crees que tienes el control
sobre todas esas muñecas imbéciles
que solamente sueñan?
Ésas no somos nosotras.
Te acercas con esa mirada extraña
y con una sonrisa de suficiencia.
¿Te hace feliz habernos engañado?
Recuerda
que nosotras no somos seres tan simples.
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