No puedo desafiar al destino.
Mi mente se crispa con la confusión.
No puedo resistirme al tiempo y al Cielo.
Obedezco ciegamente,
mis manos tensan el hilo.
Abro estos ojos que alguien me había cosido.
¡Echa abajo las paredes invisibles!
Incluso los pensamientos mecánicos
arruinan los sueños.
La razón por la que rumías el pasado sombrío,
el terrible futuro
y las palabras vinculantes del presente:
conocer los límites
es estar dentro de una jaula negra.
Aunque esta voz
se apague.
¡Cree en las cosas que no puedes ver!
Incluso con mis brazos temblorosos,
quiero proteger a alguien a quien amo.
El lugar en que mis pensamientos luchan
por ver los deseos:
un mundo negro y cerrado.
Abro mis llorosos ojos magenta.
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