Ven con el frío susurrante y cae.
No te dejaron nada más que buscar,
así que disfruta del inolvidable festín ardiente.
Agradece el final, recarga tu remordimiento.
Cada línea es una espina que se te clava en los ojos.
Todavía permanece la esperanza eterna
por una guerra amarga.
Si te ha hecho más fría
cambiar tu vida por la justicia,
ellos han aprendido a obedecer.
Rotas las leyes que seguía,
ardiendo por un nombre vacío,
yo aprenderé a obedecer.
Entre los débiles y los despiadados,
puedo respirar el aire, que está tan viciado como ellos.
Todavía permanece la esperanza eterna
por una guerra amarga.
Si te ha hecho más fría
cambiar tu vida por la justicia,
ellos han aprendido a obedecer.
Rotas las leyes que seguía,
ardiendo por un nombre vacío,
yo aprenderé a obedecer.
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