Adiós... amor mío.
Las lágrimas que derramé
se convierten en nieve.
Adiós... al yo de ayer,
que siempre lloraba.
Cierro los ojos en silencio.
Nos apoyamos sobre el alféizar
y nuestros hombros se tocaron sin querer.
Me reí
de lo avergonzada que parecías
y te besé suavemente en la mejilla.
Siempre te miraba caminar.
Adiós... amor mío.
Las lágrimas que derramé
se convierten en nieve.
Adiós... al yo de ayer,
que siempre lloraba.
Cierro los ojos en silencio...
Nuestros sueños
sobre una pequeña mesa...
No podíamos ver el futuro,
pero no teníamos miedo.
Observé en silencio
lo feliz que te veías
en nuestro primer álbum de fotos.
Adiós... amor mío.
Mis sentimientos por ti
nunca desaparecerán.
Adiós... al yo de ayer,
que siempre lloraba.
Es una noche silenciosa.
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