Sujeté con suavidad su cuerpo tembloroso
y miré, en silencio y quedo,
como si fuera la primera vez que veía,
la cara del ángel que dormía a mi lado,
revolviéndome mientras la luz
ardía en sus ojos.
¿Podré ver las mismas estrellas
mañana en el cielo nocturno?
Parecen a punto de caerse...
Te pasaste los dedos por el pelo
mientras el viento te despeinaba.
Me arrimé a ti y te besé.
Por aquel entonces, estabas igual que yo ahora...
mirando sola el frío viento.
Ahora nos entendemos,
comprendemos incluso por qué
derramaste aquellas lágrimas.
Se me había olvidado tu olor
y, al recordarlo,
cuento las lágrimas que se derraman.
Cantando "tu canción",
recorro el cielo nocturno con el dedo,
como aquel día.
Me trae... a ti.
Pronto... Mira...
Te veré.
Se me había olvidado tu olor
y, al recordarlo,
cuento las lágrimas que se derraman.
Cantando "tu canción",
recorro el cielo nocturno con el dedo,
como aquel día.
Incluso siento calor
proveniente de la puerta de la muerte
que veo junto a mí.
Susurrando tu nombre,
sé que te amaré para siempre,
como aquel día.
Me trae... Me llena.
Lo sé una vez más... Mira...
Te veré.
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