Lejos de la luz,
inalcanzables bajo un velo de niebla,
incontables historias
descansan en paz.
Oscura y tranquila
permanece la tumba olvidada,
que fue una vez refugio
lleno de esperanza:
el archivo de los sueños perdidos.
Lanzamos nuestros miedos internos
y los encestamos en el océano.
Él se los lleva lejos de la orilla.
Las más profundas convicciones
de billones de almas
ansían que nuestros deseos
encuentren un camino de vuelta.
Ah... Náyade*,
la última de los desconocidos,
guardiana de nuestros sueños escritos.
Ah... promesas,
ninguna queda ya,
ella las ha bendecido con su beso.
Mira,
escucha y siente
el milagro de la vida.
Cree en las señales
y confía en que vivirás.
Desciende para descubrir
la profundidad de tu corazón,
misteriosa Náyade.
Ahora el círculo se ha cerrado
para siempre.
Ah... Náyade.
El archivo se ha perdido,
estamos solos.
*En la mitología griega, las Náyades eran ninfas de agua dulce (arroyos, fuentes, manantiales...). Eran mortales y si se secaba el lugar en el que vivían, ellas morían también. También se llama así una luna de Neptuno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario