Aún no he encontrado un lugar
al que llamar hogar,
nunca me quedo el tiempo suficiente
como para conseguirlo.
Me disculpo una vez más
por no estar enamorada,
pero tampoco es que me importe
que tu corazón no se haya roto.
No es más que un pensamiento,
sólo un pensamiento.
Pero si mi vida es de alquiler
y no aprendo a comprar,
no merezco nada más de lo que tengo,
pues nada es verdaderamente mío.
Siempre he pensado
que me encantaría vivir junto al mar,
viajar sola por el mundo
y vivir mi vida con sencillez.
No tengo ni idea de lo que ha ocurrido
con ese sueño,
pues ya no queda nada que me detenga.
No es más que un pensamiento,
sólo un pensamiento.
Pero si mi vida es de alquiler
y no aprendo a comprar,
no merezco nada más de lo que tengo,
pues nada es verdaderamente mío.
Mientras mi corazón sea un escudo
y no baje la guardia,
mientras tenga tanto miedo de fallar
que ni siquiera llegue a intentarlo,
¿cómo puedo decir que estoy viva?
Pero si mi vida es de alquiler
y no aprendo a comprar,
no merezco nada más de lo que tengo,
pues nada es verdaderamente mío.
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