Eh, luna, no seas tan cruel,
te suplico que me digas
dónde está ella llorando.
Sé que ves todo cuanto sucede
en el planeta,
pues hemos sido creados
para buscar el amor.
Eh, luna, ¿por qué estás tan callada?
Aun ahora, el mundo
se dirige hacia su fin.
Si tú fueras un espejo
que reflejara lo que hacemos,
quizá se podría haber evitado.
Ahora observamos la misma luna.
En esta noche silenciosa,
el mundo arde.
Eh, luna, apuesto a que
seguirás brillando durante
un millón de años,
incluso cuando los seres humanos
desaparezcamos, dejando en el aire
la historia de este planeta.
Sé que no hay nada que dure eternamente,
como el sol y tú, luna,
que nunca podréis acercaros.
Si tan sólo pudiera volar
en el neblinoso cielo nocturno,
cabalgar sobre las nubes de tormenta
que parecen romper a llorar...
Eh, luna, ¿estoy equivocado?
Todavía creo en nuestras oraciones.
Ahora, en una noche silenciosa,
el mundo solloza
y yo canto, sin saber dónde está ella.
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