Con la boca abierta
como preguntando qué hay de cenar,
para que el sueño al que te aferras
con estas pequeñas manos no se rompa,
yo siempre te estaré susurrando
mis canciones;
ojalá te alcancen.
Algún día tú también crecerás
y, cuando encuentres a tu persona especial,
sabrás lo maravilloso que es
amar y ser amado.
Mientras abres los ojos,
puede que el amplio cielo del mañana
esté pintado con los colores del futuro.
Para los días lluviosos, un paraguas.
Para los días brillantes, una sonrisa.
Sé feliz siempre.
Algún día tú también te sentirás sola
y habrá noches en las que todo
te haga sentir molesta.
Si elevas la vista al cielo
que siempre has observado,
puede que esté pintado
con los colores del futuro.
Y, algún día,
cuando tú también tengas
cosas que proteger,
será tu turno de comprobar
que la felicidad puede deberse
al mero hecho de estar vivos.
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