¿Por quién son estas lágrimas traviesas?
Tu voz me agita el corazón.
"No te encuentro".
No, la verdad es
que no intento encontrarte.
Aunque no pudiese volver atrás,
aunque no te volviera a ver,
en lugar de lamentarme
por algo que no volverá,
escucharé con mi corazón
esa voz sin voz.
"Lo entiendo".
No, la verdad es
que no consigo entenderlo.
Aunque me perdiese,
aunque no te volviera a ver
nunca más...
Eterno en tus ojos,
no quiero renunciar a salvarte.
Este débil calor que siento
se convertirá algún día en esperanza
para iluminar esta oscuridad.
Una cálida luz brilla en el futuro incierto,
despejando las nubes que envolvían mi corazón.
"Quiero que me abraces".
"Ahora mismo te abrazo".
Aunque nos separasen,
aunque no te volviera a ver
nunca más...
Eterno en tus ojos,
no quiero renunciar a salvarte.
Este débil calor que siento
se convertirá algún día en esperanza
para iluminar esta oscuridad.
Eterno en tus ojos,
no quiero renunciar a salvarte.
Esta débil oración que escucho
no dejará de gritar, señalando el dolor
para iluminar esta oscuridad.
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