Hoy apenas consigo ver tu cara
por detrás de tus manos.
Dices que no tenemos tiempo que perder
y deseas que lluevan los milagros.
Antes de llegar al final, dices:
¿cómo podría una gafe como tú
creer en los finales felices?
Tendrías que haber sabido
que volverías a perder
mientras deseabas que mañana fuera un día mejor.
Se deslizan las lágrimas por tu rostro.
Aquello que te devuelva la fuerza,
aquello que te haga sentir orgulloso,
aquello que te vuelva a hacer sentir completo,
por favor, no lo pierdas de vista.
Yo siempre correré hacia ti,
te daré todo cuanto tengo.
Haré lo que sea, lo que sea, lo que sea.
Hoy apenas consigo escuchar tu voz;
te has quedado sin palabras.
Intentaré devolvértelas,
deseando que sucedan esos milagros
por los que tanto rezabas
antes de llegar al final...
Aquello que te devuelva la fuerza,
aquello que te haga sentir orgulloso,
aquello que te vuelva a hacer sentir completo,
por favor, no lo pierdas de vista.
Yo siempre correré hacia ti,
te daré todo cuanto tengo.
Haré lo que sea, lo que sea, lo que sea
por ti.
Te animaré como sea,
devolveré la sonrisa a tus labios,
seré tu payaso,
dejaré que me grites a la cara
por todos los pecadores, toda la vergüenza
y por ti.
Aquello que te devuelva la fuerza,
aquello que te haga sentir orgulloso,
aquello que te vuelva a hacer sentir completo,
por favor, no lo pierdas de vista.
Yo siempre correré hacia ti,
te daré todo cuanto tengo.
Aquello que te devuelva la fuerza,
aquello que te haga sentir orgulloso,
aquello que te vuelva a hacer sentir completo,
por favor, no lo pierdas de vista.
Yo siempre correré hacia ti,
te daré todo cuanto tengo.
Haré lo que sea, lo que sea, lo que sea.
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