Despierto y vivo otra mañana soñolienta.
Me anudo rápidamente la corbata
y, mientras cruzo la puerta del aula,
levanto bien la cabeza.
El viento sopla por entre esos días normales.
Pero entonces lo sentí, lo escuché,
creí haberlo sentido
con mi corazón tembloroso.
Supe que pronto pasaría,
sentí que millones de estrellas
desaparecerían...
Me despedí de ellas,
les dije adiós con la mano.
"Me alegro por vosotras".
Mientras limpio, echo un vistazo
al pasillo
y me parece extraño...
Mi tiempo ha terminado ya
y siento que vivo una vida distinta.
El polvo se apila como si fuera nieve.
Sentí que me esperaba,
sentí que me llamaba,
sentí que este tiempo oscilante
me estaba llamando.
Sentí como si los hubiera encontrado,
sentí despertar mis recuerdos perdidos,
mi historia.
Su eternidad
y su final.
De pronto eché a correr,
mientras tú tirabas de mi mano.
El ayer ha terminado
y el mañana pronto estará aquí.
Sólo de pensarlo, mi corazón vibra.
Pero entonces lo sentí, lo escuché,
creí haberlo sentido
con mi corazón tembloroso.
Supe que pronto pasaría,
sentí que un nuevo sol va a brillar
sobre miles de nuevas mañanas.
Sentí que me esperaba,
sentí que me llamaba,
sentí que mi alma temblorosa
me estaba llamando.
Sentí como si los hubiera encontrado,
mis días ahora desaparecen como millones
de sueños.
Les dije adiós con la mano.
"Gracias".
No hay comentarios:
Publicar un comentario