¿Sientes las espinas?
¿Ves las lágrimas?
¿Ves la sangre derramada durante esta guerra?
¿Nos has abandonado?
¿Has olvidado a nuestros hombres fieles
clamando tu nombre?
Cuando me presenté ante ti,
cuando perecimos,
cuando dejé caer una rosa carmesí,
cuando las manos enlazadas tuvieron que separarse,
cuando los deseos se mancharon
como hombres condenados,
¿estabas ahí?
El cielo cae sobre mí
y tu mano se vuelve vieja y débil.
Me ofrezco a vos**,
un sacrificio sin valor.
En tu nemeton***,
estas paredes de piedra gris
están frías y silenciosas
desde que la madre caída se ha quedado sorda.
Ama de las esperanzas hechas añicos
y de los sueños por siempre rotos,
¿estabas ahí?
El cielo cae sobre mí
y tu mano se vuelve vieja y débil.
Me ofrezco a vos,
un sacrificio sin valor.
Epo, Epo, ¿por qué me habéis abandonado?
Juntos caemos en el olvido.
A vuestra mano encomendé mi espíritu,
juntos nos hundimos con nuestra gente.
¿Estabas ahí?
¿Estabas ahí?
El cielo cae sobre mí
y tu mano se vuelve vieja y débil.
Me ofrezco a vos,
un sacrificio sin valor.
Cae sobre mí...
*Epona es la diosa celta de los caballos, la naturaleza y la fertilidad.
**En la original, "thee". Las partes donde aparecen los pronombres en Inglés Medio las traduzco en segunda persona de plural, con "vos".
***El nemeton es, en galo, el lugar donde los celtas rendían culto a sus dioses.
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