Oh, ¿he herido tu ego
por decir que somos iguales?
Oh, ¿he herido tu ego?
Y ahora dices que soy malvada.
Canta mi nana: atrás, Lilith.
Canta mi nana: atrás, Lilith.
Oh, ¿te he avergonzado
por decir que somos iguales?
¿Te he avergonzado?
Y ahora denigras mi nombre.
Canta mi nana: atrás, Lilith.
Canta mi nana y protege tu preciosa semilla.
Soy la noche, soy la libertad,
dicen que soy un demonio infame.
Lo he oído todo: bruja, serpiente,
algunos dicen que soy la servidora del Diablo.
Oh, ¿he herido tu ego
por decir que somos iguales?
Oh, ¿he herido tu ego?
Y ahora dices que soy malvada.
Canta mi nana: atrás, Lilith.
Canta mi nana y protege tu preciosa semilla.
Soy la noche, soy la libertad,
dicen que soy un demonio infame.
Lo he oído todo: bruja, serpiente,
algunos dicen que soy la servidora del Diablo.
Lililili, Lililili, Lilililililith.
Un súcubo que te tienta en la oscuridad de la noche.
Lililili, Lililili, Lilililililith.
Lililili, Lililili, Lilililililith.
Soy la noche, soy la libertad,
dicen que soy un demonio infame.
Lo he oído todo: bruja, serpiente,
algunos dicen que soy la servidora del Diablo
y que robo niños bajo la luz de la luna.
Un súcubo que te tienta en la oscuridad de la noche.
*Lilith es un personaje que aparece desde la mitología mesopotámica, presente en la religión judía como la primera mujer junto a Adán y eliminada casi por completo de la Biblia cristiana. En la historia original judía, tanto Adán como Lilith son creados a imagen y semejanza de Dios, en total igualdad y no como en el caso de Eva, que surge de una costilla del hombre. Lilith abandonó el Jardín del Edén, harta de los intentos de Adán por dominarla, y se entregó a los deseos carnales, negándose a volver al Reino de Dios.
A raíz de esto, Lilith es una figura importante en mitos como el del vampiro/súcubo. También se la ha utilizado mucho como símbolo feminista, como en esta canción.

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