Esas manos violentas
vienen a mí a medianoche.
Me sujetan,
no puedo hacer ruido.
En sus brazos,
ansío a la niña ,
deseo vivir para siempre engañada.
Desconocido, peligro,
libérame.
La compasión se esconde,
me suelta.
Duele saber
que la compasión me observa,
observa cómo me ahogo
en ríos de lujuria.
El sol de la mañana
desmantela el escondite,
vuelve atrás en el tiempo
y borra mi crimen.
Traidor, asesino,
libérame.
La compasión se esconde,
me suelta.
Duele saber
que la compasión me observa,
observa cómo me ahogo
en ríos de lujuria.
Hallada al mediodía
todavía aferrada a la piedra.
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