Alza la voz con alegría,
despierta, ha llegado el momento.
Las manecillas del reloj
dan las trece...
los latidos de nuestros corazones resuenan.
La libertad es una,
sigue luchando,
contempla el futuro
en tus manos.
Alza la voz,
corta con la daga de tu primer grito,
vístete con la energía
del estandarte de la sublevación.
Se levanta el telón.
Trece vidas
y una sola tumba.
Ésa que vende milagros
es la madre de todos los mentirosos.
Se come los corazones
que se balancean desesperados.
No subiremos
más escalas retorcidas.
Podemos crear
un mundo nuevo.
Alza la voz,
corta con la daga de tu primer grito,
vístete con la energía
del estandarte de la sublevación.
Se levanta el telón, se prende la llama.
Dentro del montón de basura
hay colores que dan forma a la historia.
Elevémoslos con orgullo
sobre nuestras cabezas:
es la hora de cantar.
Trece vidas
y una sola tumba.
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