En esa fotografía borrosa,
en la estantería de nuestros recuerdos,
nos despedimos en voz baja.
Regresa.
No pude decirte lo que quería
y el tiempo siguió transcurriendo.
Los recuerdos desaparecen lentamente.
Aunque se sucedan infinitas estaciones,
al mirarte a los ojos
no soy capaz de hablar.
Un hombre de corazón frío
está llorando.
También ella llora
al recordar nuestra ruptura.
Nuestros hermosos recuerdos,
fragmentos de cristal,
sólo nos dejan heridas.
Qué lástima.
El enfermizo cielo azul,
los labios congelados
rugen, gritan que te echo de menos.
No consigo desenredar
nuestros enmarañados destinos.
Incapaz de soportar mi corazón dolido,
corro tras tu silueta distante.
Un hombre de corazón frío
está llorando.
También ella llora
al recordar nuestra ruptura.
Nuestros hermosos recuerdos,
fragmentos de cristal,
sólo nos dejan heridas,
eso es todo cuanto he ganado.
Oh, quédate, quédate otra vez.
Oh, quédate, quédate otra vez.
Oh, quédate, quédate otra vez.
Oh, quédate, quédate otra vez.
Un hombre de corazón frío
está llorando.
También ella llora
al recordar nuestra ruptura.
Nuestros hermosos recuerdos,
fragmentos de cristal.
En mis lágrimas rotas,
volveré a ligar nuestros momentos juntos.
Los ligaré, los ligaré,
los ligaré, los ligaré.
No conoces las lágrimas
de un hombre con el corazón roto.
No puedes soportar
esos suspiros que te rodean,
este venenoso deseo que nos asfixia.
Enviaré nuestros recuerdos enmarañados
al cielo entristecido.
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