Estoy perdido, no tengo la llave
y me preocupa que no haya una puerta
para salir de este lugar.
Soy el dolor que inflijo.
¿Debo dejar salir todo el mal
para poder curarme?
Poder curarme,
¿es eso lo que de verdad quiero?
No seas cruel, sabes cómo me siento.
Cálmame, no seas cruel conmigo:
dame la llave.
Por esta vez,
me tocará ser fuerte a mí,
pues tú estás sufriendo.
Intento marcharme con elegancia.
Saluda a mi lágrima,
es la única que tengo
y la he reservado para este momento.
Poder curarme,
¿es eso lo que de verdad quiero?
No seas cruel, sabes cómo me siento.
Confía en mí, no seas cruel conmigo:
dame la llave.
Poder curarnos,
¿es eso lo que de verdad queremos?
No seas cruel,
no es eso lo que necesitamos.
Cálmate, no seas cruel conmigo:
haz lo que desees.
Cuando te marches, no seas cruel conmigo:
dame la llave.
Cuando te marches, no seas cruel:
ve en paz.
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