Mostrando entradas con la etiqueta Hikaru Utada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Hikaru Utada. Mostrar todas las entradas

24 feb 2018

Hikaru Utada - Devil inside


Todo el mundo quiere que sea su ángel,
todo el mundo quiere algo que mecer.

No saben que ardo,
no saben que ardo,
no saben que ardo,
no saben que ardo.

Tal vez haya un demonio (o algo así)
dentro de mí.
Demonio (o algo así)
dentro de mí.
Tal vez haya un demonio
en lo más profundo de mí,
demonio dentro de mí,
ángel envidioso dentro de mí.

No lo has visto porque estás demasiado ocupado
leyendo etiquetas.
Te estás perdiendo toda la acción bajo mi mesa.

Estoy esperando mi turno,
estoy esperando mi turno,
estoy esperando mi turno,
estoy esperando mi turno.

Tal vez haya un demonio (o algo así)
dentro de mí.
Demonio (o algo así)
dentro de mí.
Tal vez haya un demonio
en lo más profundo de mí,
demonio dentro de mí,
ángel envidioso dentro de mí.

Es hora de hacerlo arder:
así es como ardo.

Tal vez haya un demonio (o algo así)
dentro de mí.
Demonio (o algo así)
dentro de mí.
Tal vez haya un demonio
en lo más profundo de mí,
demonio dentro de mí,
ángel envidioso dentro de mí.

5 feb 2012

Hikaru Utada - Flavour of life


Cuando me das las gracias,
por alguna razón, me duele,
como si fuera un hechizo mágico
que no puede deshacerse ni siquiera
después de decir adiós.
Una pizca de amargura,
el sabor de la vida.

A medio camino entre amigos y amantes,
como una fruta sin madurar
que sueña con el día de la cosecha,
no somos capaces de dar un paso adelante.
¿Qué nos provoca esta frustración, cariño?

Cuando me das las gracias,
por alguna razón, me duele,
como si fuera un hechizo mágico
que no puede deshacerse ni siquiera
después de decir adiós.
Una pizca de amargura,
el sabor de la vida.

Voces dulces y conversaciones sin sabor
que no me interesan lo más mínimo.
Aunque las cosas no vayan como quisieras,
eso no significa que estés malgastando tu vida.

Cuando me preguntas: "¿Qué ocurre?",
te respondo: "No es nada".
La sonrisa que desaparece tras el adiós
es impropia de mí.

Cuanto más deseo creer en ti,
más me duele.
"Me gustas mucho" en vez de "Te quiero",
así es como eres,
el sabor de la vida.

Ese momento en que recuerdas
el olor de alguien que casi habías olvidado,
la blanca pureza de la nieve,
quiero aprender a disfrutarlos.

Quiero abrazar un futuro más dulce y cálido 
que el diamante,
quiero pasar contigo
este tiempo limitado que tenemos.

Cuando me das las gracias,
por alguna razón, me duele,
como si fuera un hechizo mágico
que no puede deshacerse ni siquiera
después de decir adiós.
Una pizca de amargura,
el sabor de la vida.