Si te vas de mi lado,
me harás naufragar.
Tú eres el sónar
que me guía hacia tierra.
Tú eres el suelo del que broté,
me talas y me quemas*;
soy capaz de renacer
con millones de caras nuevas.
Deja que me acerque,
deja que las lágrimas corran,
pronto respiraré en tus ojos.
Prepárate,
deja que esté a tu lado,
arranca de la ciénaga a éste que se ahoga.
Dame un poco de tiempo
y ganaré fuerzas.
Dame un poco de tiempo
sólo para amarte.
*Los cultivos de tala y quema o itinerantes consisten en despejar una parte de la tierra para que las cenizas fertilicen el suelo.
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