Ante nosotros se encuentra
el misterio de la muerte.
Pronto, cada noche traerá la luz,
cerrando así mis ojos.
Algunas veces, la vida aquí
está demasiado limitada.
Algunas veces, nos da lo mismo.
Algunas veces...
El tiempo cambiará
ese rostro familiar,
los colores más vivos
se volverán gris.
El miedo es real,
un día de invierno nos brinda la claridad.
Siento que el tiempo nos alcanza.
¿Cuántos días pasarán
hasta que su hambre se vea satisfecha?
Dejando atrás los últimos días dorados,
somos los últimos e increíbles grises
que aguardan que el joven
se haga cargo de la manada.
Puedo sentir que mi corazón late...
todavía.
Te veo con mis ojos,
todavía puedo ver.
Pero no puedo correr
como lo hacen mis hijos.
No puedo aceptar tu ayuda,
déjame.
Tú eres el fuerte, confía en mí.
Ahora, tú debes gobernar en mi lugar.
No hay tiempo, no dudes
o tú también encontrarás tu destino.
Siento que el tiempo nos alcanza.
¿Cuántos días pasarán
hasta que su hambre se vea satisfecha?
Dejando atrás los últimos días dorados,
somos los últimos e increíbles grises
que aguardan que el joven
se haga ahora cargo de la manada.
En los ojos de cada recién nacido,
veo el futuro.
La vida no es más que una fase.
Cierro los ojos
y los veo a todos aquí, junto a mí:
los últimos e increíbles grises...
En los ojos de cada recién nacido,
veo el rostro familiar
de los tiempos pasados.
Cierro los ojos
y los veo, esperándome
entre los increíbles grises.
La montaña me canta por última vez,
señalando el momento.
He hallado mi lugar,
he cerrado los ojos y me he unido a ellos,
para proteger a los jóvenes
entre los increíbles grises.
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