Durante años te he visto luchar
contra tu corazón,
vivir como si murieras,
lejos del sol.
Esperas la llegada
de un ángel guardián
que te guíe a través del peligro,
que te esté aguardando
en tu camino hacia los brazos del mañana.
Las lágrimas han pasado
de dulces a agrias;
las horas se han hecho días.
Te escondes del abrazo
de este mundo cruel
y tus días se convierten en semanas.
Lloras hasta quedarte dormida
en tu jaula.
Todos tenemos nuestros miedos,
pero los tuyos son los más aterradores.
Alza la cabeza y déjanos probar
ese terror que adoras.
Y todo empieza a tener sentido,
toda la sangre sabiamente derramada.
Espera a que la cura llegue
y llame a tu puerta.
Las lágrimas han pasado
de dulces a agrias;
las horas se han hecho días.
Te escondes del abrazo
de este mundo cruel
y tus días se convierten en semanas.
Lloras hasta quedarte dormida
en la jaula en la que estás encerrada.
Las lágrimas han pasado
de dulces a agrias;
las horas se han hecho días.
Te escondes del abrazo
de este mundo cruel
y tus días se convierten en semanas.
Lloras hasta quedarte dormida
en la jaula.
Mientras los días se convierten en semanas,
lloras hasta quedarte dormida
en la jaula en la que te has encerrado.
*Para Pablo.
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