Tenías demonios que matar en el interior de tus gritos.
Con un arma cargada de culpa, abriste sus ojos.
El amor acosa a los vivos y alaba a los muertos.
En el corazón de nuestros corazones, la muerte nos mató.
Haz sangrar bien el alma que estás a punto de vender
por una pasión transtornada.
Bésame y di: cariño, estamos sangrando bien.
Haz sangrar bien al corazón al que le vas a fallar
por razones dementes.
Mátame y di: cariño, estamos sangrando bien...
en el infierno.
"Ningún amor se ha perdido por libre albedrío",
te escuché gemir.
Y sobre esas palabras se edificó una iglesia
para guardar dentro el dolor.
Si la muerte es la respuesta a los misterios del amor,
sigue sangrando, mi amor, con el sonido de un sueño.
Haz sangrar bien el alma que estás a punto de vender
por una pasión transtornada.
Bésame y di: cariño, estamos sangrando bien.
Haz sangrar bien al corazón al que le vas a fallar
por razones dementes.
Mátame y di: cariño, estamos sangrando bien...
en el infierno.
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