Emilie Autumn - Ever

He estado batiéndome por ti, cariño,
pero sacas tu amor de debajo de mis pies.
Justo cuando llego,
sujeto la invitación en la mano.
Sonríes y no lo entiendes
cuando me dices que no es tu letra.
Tú eras todo con lo que podía contar.
Aunque tu apatía era todo lo que esperaba,
oh, cariño, aguardé y aguardé
para escuchar tus pisadas
y para escuchar tu respiración,
pero tal vez sólo quería a alguien a quien esperar.

Siempre estuviste en mi mente,
estabas tras mi alma
cada vez que sucumbió a la llama.
Siempre estuviste en mis preciosos pensamientos.
Abandonaría un cuarto de ángeles
sólo para estar sola
para poder decir tu nombre.
Nunca te dije que te necesitaba, cariño,
como una rosa necesita lluvia,
así que, ¿cómo ibas a saberlo?
Trato de alcanzar tu amor
como la luna y las estrellas:
siempre puedo verlas,
jamás podré tocarlas.

Hay una luz sagrada,
creo que viene de algún lugar
muy elevado en el cielo,
o de algún sitio hermoso y lejano.
Pero esta luz nunca,
jamás, jamás ha brillado sobre mí,
al menos no la he visto.
Así que me senté en la oscuridad y te miré.
Ahora lloro sola
cuando no hay nadie alrededor
y me enseño a mí misma a dar media vuelta
en cualquier situación dada.
Sí, puedo ser grácil e intentar
no perder mi tren.
No tienes que despedirte,
pero estaré aquí por si quieres hacerlo.

Siempre estuviste en mi mente,
estabas tras mi alma
cada vez que sucumbió a la llama.
Siempre estuviste en mis preciosos pensamientos.
Abandonaría un cuarto de ángeles
sólo para estar sola
para poder decir tu nombre.
Nunca te dije que te necesitaba, cariño,
como una rosa necesita lluvia,
así que, ¿cómo ibas a saberlo?
Trato de alcanzar tu amor
como la luna y las estrellas:
siempre puedo verlas,
jamás podré tocarlas.

Ahora podría pintar tu retrato
aunque nunca te volviese a ver.
Cuando sea vieja, alguien podría preguntarme
si alguna vez he amado,
y se lo contaría,
pero no entenderían mis palabras,
dirían que estoy mintiendo,
y quizá así sea,
quizá así sea.
Todo cuanto sé es que...

... siempre estuviste en mi mente,
estabas tras mi alma
cada vez que sucumbió a la llama.
Siempre estuviste en mis preciosos pensamientos.
Abandonaría un cuarto de ángeles
sólo para estar sola
para poder decir tu nombre.
Nunca te dije que te necesitaba, cariño,
como una rosa necesita lluvia,
así que, ¿cómo ibas a saberlo?
Trato de alcanzar tu amor
como la luna y las estrellas:
siempre puedo verlas,
jamás podré tocarlas.