Tu imagen reflejada en mis ojos
y la mía reflejada en los tuyos.
Nuestras miradas se encontraron
y se nos olvidó respirar:
así fue nuestro primer encuentro.
Ahora que estoy sola,
cierro los ojos en silencio
y trato de recordar en qué pensaba.
Es algo tan pequeño,
y sin embargo no puedo evitar
que se me caigan las lágrimas.
Vimos, sentimos, prometimos
algo intangible.
¿Está todavía en algún lugar
sonriéndonos con dulzura?
Ya no podemos vernos
en los ojos del otro.
Aunque eso es cierto,
no es que estemos mirando otras cosas,
sino que lo que vimos aquel día
ya no existe en ninguna parte.
Hubo a quienes les pareció interesante
y hubo quienes encontraron ridícula
la forma en que compartimos nuestro tiempo.
Aunque intenten comprendernos
y hablen de nosotros,
lo cierto es que sólo los dos
entendemos lo que pasó.
Es algo tan pequeño,
y sin embargo no puedo evitar
que se me caigan las lágrimas.
Vimos, sentimos, prometimos
algo intangible.
Hubo a quienes les pareció interesante
y hubo quienes encontraron ridícula
la forma en que compartimos nuestro tiempo.
Aunque intenten comprendernos
y hablen de nosotros,
lo cierto es que sólo los dos
entendemos lo que pasó.
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