A veces encontramos cosas
que no estábamos buscando
y perdemos la razón.
A veces perdemos
aquello que nos importa
y afrontamos un nuevo día sin ello.
Mi vida, mi hogar, mi tú.
A veces no somos capaces de expresar
cuánto nos duele
cuando la palabra que tememos nos traiciona.
No quiero estar cerca
cuando mi Cupido muera
a causa de una herida de su propia flecha.
Brindo por la vida,
mi hogar, mi tú.
Alzo la copa y ahogo mi dolor.
Cuando estoy solo,
me seco los ojos sobre un hombro
que no es el mío.
No puedo abrazarte,
mis lágrimas son de piedra.
Alguien me sacude el hombro, pero...
esta noche bailo solo.
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