Médicos:
Las queremos jóvenes,
las queremos frescas,
las queremos...
¡las queremos ahora!
Internas:
Queremos ser liberadas
de esta prisión.
¡Ayudadnos!
¡Por favor, dejadnos salir!
Nueva Interna:
Debería estar ya en casa...
Alguien vendrá a buscarme...
Doctor Stockill:
Fueron ellos los que te enviaron
a nuestra magnífica institución.
Eres difícil, y nosotros somos la solución.
Dios, ¿no sabías, no pensabas, no veías?
¡Idiota!
Médicos:
Observad a vuestras vecinas, a vuestras amigas.
Observad a vuestras hijas, a vuestras esposas.
Debéis dejarlas en nuestras manos;
estáis poniendo vuestras vidas en peligro,
dejad que aliviemos vuestra carga.
Del miedo en el que vivís,
cuidaos de su corrupción,
de su perversidad y de su pecado.
Internas:
Hay demasiada gente en esta celda,
no estamos vivas, ¡estamos en el Infierno!
¿Cuándo cambiarán las tornas?
¿Cuándo caerán?
Médicos:
¿Cuándo arderán?
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