Pisadas secas, luz de luna
coloreando nuestra piel,
tu fría mano.
Al amanecer, abandona tus dudas
para que podamos seguir juntos.
Busca una razón
para seguir creyendo en el mañana.
Algo en ti se ha roto,
parece como si todo
se hubiera distorsionado.
Eh, ¿todavía puedes sonreír?
Sigue abrazándome con fuerza
para que no te olvide.
Algún día no podrás escuchar mi voz.
Nuestras pisadas, que se solapan
hasta detenerse a nuestros pies,
parecen a punto de desaparecer
bajo la intensa lluvia.
Agarra mi mano con fuerza;
ahora mismo, eso es suficiente,
es la única luz que hace
que siga creyendo en ti.
Sigue abrazándome con fuerza
para que no te olvide.
Algún día no podrás escuchar mi voz.
Ni siquiera te cubriré con un paraguas
bajo la intensa lluvia.
Al pensarlo, me siento triste.
Sigue amándome,
sigue amando este corazón tan frágil.
Los dos caemos mientras observamos la luz.
Por fin soy capaz de ver
más allá de tu sombra.
No olvides
que éste no es el final.
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