Todas las personas con las que ligo
resulta que ya tienen a otro,
o bien quieren estar conmigo por toda la eternidad.
Todas las personas con las que me acuesto
tienen una falta de compromiso innata,
o bien necesitan con urgencia
un sitio donde vivir.
¿Y qué gracia tiene eso?
No, gracias,
creo que me quedo soltero...
Las hormigas marchan de dos en dos
deslizándose en la oscuridad de la noche,
y eso me empuja a quedarme en casa y ver la televisión.
Y a las cinco las escucho gritar
palabras vacías de significado:
podría ser un orgasmo o pura agonía.
¿Y qué gracia tiene eso?
Creo que me quedo soltero...
Y, por las noches, no hay nada mejor
que estar en casa y beber vino,
e ignorar todas las señales de mi propio enclaustramiento.
Pero, si alguien me amara,
quizá ese amor sería más fuerte que yo
y nunca me bastaría todo su deseo y necesidad.
Él jugaría y yo perdería,
y lo fastidiaría y lo estropearía todo
y entonces me pondría de mala leche.
No, ni hablar,
creo que me quedo soltero...
¡Que te jodan!
Oh, espera, no, mejor no,
porque me quedo soltero.
Quédate contigo mismo,
que yo me quedo soltero.
No me interesa que tengas una relación abierta:
eso sigue significando que estás pillado, imbécil.
Me quedo soltero.
Me dejaste por un enano nazi,
así que me quedo soltero.
Te llevaste todo mi dinero
y huiste a Camberra,
¿y qué puñetero sentido tiene que Camberra sea una ciudad?
Me quedo soltero.
(Contribuciones del público)*
Te llamabas Craig...
...
...
Así que me quedo
en una nueva relación cama adentro...
*Lo que más me gusta de esta canción es que, cuando la interpretan ante un público, piden a la gente que escriba las razones o experiencias que les han llevado a querer estar solteros; las introducen en la música y las cantan, arrancando carcajadas.
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