Estas historias que se nos regalan
están llenas de sacrificio
y vestidas de lujuria;
coros disonantes y ojos abatidos,
la yoidad de un primate condescendiente*.
Contempla la corona del espía celestial,
forjada con la sangre de quienes le desafiaron.
Besa su anillo, aclámalo y canta:
le gusta cuando moras en el miedo y el pecado.
El miedo es una elección que abrazas.
Tu única verdad,
poesía tribal.
Brujería que llena tu vacío,
deseo de fantasía,
necrocracia masculina**:
todo niño merece un cuento mejor.
Elige tu autor en esta fantasía a la carta.
Víctima de sufrimiento y esclavitud,
vives sólo por los días que vendrán,
recogiendo la basura de las altas castas.
Una sonrisa en una cabeza podrida:
el pezón del que los asustados maman se seca.
Somos de la casta de los narradores,
un grupo hambriento con juguetes vistosos.
El miedo es una elección que abrazas.
De las palabras a la guerra de los mundos***,
lo abandonamos con desdén.
De las mentiras surge la fuerza de nuestro amor,
la leche de la Madre está envenenada
para este recién nacido.
Despierta, niño,
tengo una historia que contarte:
érase una vez.
*Yoidad es un término filosófico para aludir a la condición de ser "yo", de ser uno mismo. La existencia como "yo".
**La necrocracia es la permanencia de un régimen o estado político tras la muerte del que lo instauró.
***Hay un juego de palabras con words, war y worlds; las tres tienen sonidos similares.
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