Y, desde que te has ido,
yo me he alejado del aquí y el ahora,
del ayer.
Hemos hablado de las mentiras
con las que te mantuve a mi lado,
de una vida de pecados,
de la rendición,
y de cómo a veces incluso Dios olvida.
Y venía a salvarte,
pero no recordaba tu cara;
así que cerré los ojos y grité tu nombre.
Y, cuando te encontré,
te escurrías entre mis dedos,
así que tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Así que tuve que hacer lo que era mejor para ti.
A pesar de todos los años de soledad,
no pude quedarme,
pues perder mi alma me hizo encontrar el camino.
Regreso al lugar donde empecé contigo,
donde nos dimos cuenta de lo que haríamos juntos;
corazón curado, nuevo comienzo
y el recuerdo de las palabras
que nunca quisimos pronunciar.
Y venía a salvarte,
pero no recordaba tu cara;
así que cerré los ojos y grité tu nombre.
Y, cuando te encontré,
te escurrías entre mis dedos,
así que tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Las mentiras que te dieron
eran iguales a mis promesas.
Nunca hiciste nada malo,
y sin embargo te avergonzabas.
Cuando me enteré de que te habían vendido,
tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Las mentiras que te dieron
eran iguales a mis promesas.
Nunca hiciste nada malo,
y sin embargo te avergonzabas.
Cuando me enteré de que te habían vendido,
tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Dilo, di lo que tengas que decir:
sabes que te sentirás mejor si lo haces.
Y ódiame, ódiame por todas las formas
en que te decepcioné.
Buscándote me encontré a mí mismo
(me perdí a mí mismo),
me perdí a mí mismo.
Pero no te sientes mejor.
Y venía a salvarte,
pero no recordaba tu cara;
así que cerré los ojos y grité tu nombre.
Y, cuando te encontré,
te escurrías entre mis dedos,
así que tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Las mentiras que te dieron
eran iguales a mis promesas.
Nunca hiciste nada malo,
y sin embargo te avergonzabas.
Cuando me enteré de que te habían vendido,
tuve que hacer lo que era mejor para ti.
Las mentiras que te dieron,
iguales a mis promesas.
Nunca hiciste nada malo,
pero siempre te llevaste la culpa.
Aunque hayas olvidado mi nombre,
oh, siempre haré lo mejor para ti.
*Para Arcanoid.
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