Me he acordado, cariño,
con cierto miedo,
de aquella noche,
los bichos y la suciedad.
¿Por qué cavabas?
¿Qué enterraste antes de que tus manos
me arrancaran del suelo?
No te preguntaré de dónde vienes,
no lo preguntaré y tú tampoco deberías.
Cariño, simplemente posa tus dulces labios sobre los míos
y besémonos como lo hacen las personas reales.
Reconocí esa mirada, cariño,
unos ojos que no dejan de buscar.
¿Había cavado antes alguien,
hace mucho tiempo?
No te preguntaré
por qué te arrastrabas.
De alguna manera, tristemente, ya lo sé.
No te preguntaré de dónde vienes,
no lo preguntaré y tú tampoco deberías.
Cariño, simplemente posa tus dulces labios sobre los míos
y besémonos como lo hacen las personas reales.
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