Observo cómo mis iguales, valientes y jóvenes,
se divierten en algún lugar entre el amor y el abuso.
Me incitan a seguir sus pasos, miserables y felices,
batiendo esas alas de muchachos terribles.
Recién disuelto en devociones heladas,
no podría estar más solo, no podría ser más yo mismo.
Voy a bandazos, como un vagabundo, hacia los brazos abiertos
sin escatimar en sordidez, sin rechistar.
Con su aliento endulzado y esa lengua tan cruel,
ella es el ángel de la pequeña muerte y el escándalo de la codeína.
Con su pelo rubio paja y esos brazos duros y esbeltos,
ella es el ángel de la pequeña muerte y el escándalo de la codeína.
Me siento más humano y adicto a su carne
y pongo mi corazón a sus pies junto a todos los otros.
Recién llegada del campo, fétida y fértil;
se da ensangrentada y cruda, pero juro que sabe dulce.
Con su aliento endulzado y esa lengua tan cruel,
ella es el ángel de la pequeña muerte y el escándalo de la codeína.
Con su pelo rubio paja y esos brazos duros y esbeltos,
ella es el ángel de la pequeña muerte y el escándalo de la codeína.
Vago sobre el cemento en un estado de confusión desenfrenada,
me pregunto cuán mejor habría sido no sobrevivir.
Me estremece la derrota del juicio y la razón;
el dulce calor de su aliento en mi boca: estoy vivo.
*La pequeña muerte suele hacer alusión al orgasmo y a los momentos posteriores a éste, en que se pierde la noción de uno mismo de forma pasajera.
*La codeína es un analgésico que se usa a veces como droga.
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