Cuando vuelvo a casa sola,
paso por el sitio donde nací
y los lugares donde solía beber.
Joven y borracha, tambaleándome en la calle;
a la entrada del Joiners Arms*,
con los estudiantes de Arte y chicos de grupos,
inestables como potrillos.
Colocada de E, le daba la mano a alguien
a quien acababa de conocer.
Pensaba: "No hay nada mejor que esto,
no puede haber nada mejor que esto, mejor que esto".
Trepamos al tejado, al museo*,
y alguien hacía el amor en el suelo
y yo no recordaba mi nombre
ni el camino de vuelta a la casa de mi madre.
Y, con los ojos bien entintados de negro
y los labios mordidos,
el mundo está en tus manos.
No hay nada mejor que esto,
¿qué podría ser mejor que esto?
Oh, ¿no lo sabes?
He visto, he visto los campos en llamas.
Y todo lo que he hecho en mi vida
no son más que formas de gritar tu nombre.
Una y otra y otra vez.
Una y otra y otra vez.
Y no somos más que niños que quieren niños propios,
quería espacio para ver crecer cosas.
¿Soñé demasiado a lo grande? ¿Tengo que renunciar?
¿Y si llega el día en que no existe la nieve?
Oh, Dios, ¿qué puedo saber yo?
Y no sé nada,
sólo que el verde es brillante
y la primavera me trae una tristeza especial.
Oh, ¿no lo sabes?
He visto, he visto los campos en llamas.
Y todo lo que he hecho en mi vida
no son más que formas de gritar tu nombre.
Una y otra y otra vez.
Una y otra y otra vez.
Oh, ¿no lo sabes?
He visto, he visto los campos en llamas.
Y todo lo que he hecho en mi vida
no son más que formas de gritar tu nombre.
*Joiners Arms es un pub ubicado en Camberwell, Londres.
*El museo al que se refiere es el Horniman Museum, de antropología y ciencias naturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario