Este mundo puede lastimarte,
te hace cortes profundos que dejan cicatriz.
Todo se hace añicos, pero nada se rompe como un corazón,
nada se rompe como un corazón.
Te escuché anoche por teléfono,
vivimos y morimos de bellas mentiras
y lo sabes, los dos lo sabemos.
Cigarrillos milagrosos*,
una casa que arde hasta no dejar restos.
Todo arde, los dos lo sabemos.
Tenemos toda la noche para enamorarnos,
pero no hacemos más que distanciarnos:
estamos rotos, estamos rotos.
Nada, nada, nada puede salvarnos ya.
El silencio se rompe
cuando resuena un trueno en la noche.
Y este disco rallado
no deja de dar vueltas en el bar.
Este mundo puede lastimarte,
te hace cortes profundos que dejan cicatriz.
Todo se hace añicos, pero nada se rompe como un corazón,
nada se rompe como un corazón.
Nos separamos, fríos como el hielo,
y el viento del desierto sopla alto y seco.
¿Recuerdas lo que me dijiste?
Estábamos borrachos de amor en Tennessee
y me aferro a ese recuerdo, los dos lo sabemos.
Nada, nada, nada puede salvarnos ya.
El silencio se rompe
cuando resuena un trueno en la noche.
Y este disco rallado
no deja de dar vueltas en el bar.
Este mundo puede lastimarte,
te hace cortes profundos que dejan cicatriz.
Todo se hace añicos, pero nada se rompe como un corazón,
nada se rompe como un corazón.
*Se refiere a los cigarrillos electrónicos que, supuestamente, ayudan a dejar de fumar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario