Cuando te miro a los ojos
deseo respirarte y colocarme de ti,
arrastrarme dentro de tu mente;
déjame ahí, déjame ahí.
Y haces que quiera más,
yacer contigo en el suelo es religión,
la palabra sagrada que había estado esperando;
cariño, quédate conmigo, quédate conmigo.
No tenemos que esperar toda la noche
para descubrir si esto es realmente amor.
No tenemos que esperar toda la noche
porque te siento en mi sangre.
En mi sangre,
en mi sangre.
Sólo quiero que nos unamos,
sentir la aguja a menos cuarto,
vivir como si se nos acabara el tiempo;
llévame ahí, llévame ahí.
Meterte dentro de mis huesos,
eres el polvo mágico que me droga,
eres el aleluya en mi trono;
cariño, quédate conmigo, quédate conmigo.
No tenemos que esperar toda la noche
para descubrir si esto es realmente amor.
No tenemos que esperar toda la noche
porque te siento en mi sangre.
En mi sangre,
en mi sangre.
No quiero volver,
no quiero volver.
No tenemos que esperar toda la noche
para descubrir si esto es realmente amor.
No tenemos que esperar toda la noche
porque te siento en mi sangre.
En mi sangre,
en mi sangre.
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