No puedo conceder descanso a mi corazón,
soy rastrero y desagradable,
soy cruel;
un escéptico, alguien sucio.
Nada es lo que parece,
soy un mentiroso;
estoy en el lugar adecuado.
Este mundo pertenece...
a los inquietos,
a los ansiosos y a los inútiles;
a los crueles.
Este mundo es para mí.
Dicen que las conciencias tranquilas
no se despiertan ni con los truenos,
pero no pasa nada;
también dicen que recibiré mi castigo después,
pero qué más da,
si aquí soy un ganador.
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