Es la hora,
quiero tomarte tal y como eres.
Junta los labios y cierra los ojos,
el néctar de tu corazón es dulce.
Déjame entrar, te haré mío.
Estoy en tu cabeza, no puedes negarlo,
no te pierdes ni una de mis palabras,
estás bajo mi hechizo:
adoctrinado en el fuego.
Y, aunque he visto lo peor de ti,
no hay atisbo de rendición.
Te dejas seducir,
estás donde debes estar.
Te dejas confundir,
mira cómo cambian mis colores.
Estoy en tu cabeza, no puedes negarlo,
no te pierdes ni una de mis palabras,
estás bajo mi hechizo:
adoctrinado en el fuego.
Y, aunque he visto lo peor de ti,
no hay atisbo de rendición.
Soy el mesías de los tontos,
os prendo fuego.
Soy el mesías de los tontos,
déjame entrar esta noche
como una polilla entra en la llama.
Serás libre cuando tome tu mente,
no tengas miedo,
quedarás satisfecho.
Estoy en tu cabeza, no puedes negarlo,
no te pierdes ni una de mis palabras,
estás bajo mi hechizo:
adoctrinado en el fuego.
Sabes que esto no tiene por qué doler,
no hay atisbo de rendición.
Soy el mesías de los tontos,
os prendo fuego.
Soy el mesías de los tontos,
déjame entrar esta noche.
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