¿Qué intentas ver con esos ojos
cubiertos de pintura?
(Vuela).
Nos habíamos vuelto tan tensos,
nos heríamos con las palabras.
El terror apareció cuando la esperanza
empezó a desvanecerse.
Huimos de la idea de que todo se desmoronaba
y la primavera que tanto habíamos esperado se esfumó
como si nunca hubiera existido.
La oscuridad ciega nuestros ojos.
Suplicando un cambio,
nos aferramos a la esperanza
y peleamos por volver a la luz.
Para ti:
¿oyes cómo te llamo?
He podido oír tu voz porque aún estás resistiendo.
Me liberas de la oscuridad que me envuelve
y pintas colores en mi aislamiento,
aquí, en el fin del mundo.
Mi corazón se había vuelto
tan aterradoramente tenso.
Pero, después de esa derrota tan confusa,
lo bueno y lo correcto le dieron un bofetón a la injusticia.
Las palabras no son suficientes.
No quiero despertar del sueño que compartimos.
Muéstrame esa luz que nunca se ha apagado.
La oscuridad ciega nuestros ojos.
Suplicando un cambio,
nos aferramos a la esperanza
y peleamos por volver a la luz.
Para ti:
¿oyes cómo te llamo?
He podido oír tu voz porque aún estás resistiendo.
Me liberas de la oscuridad que me envuelve
y pintas colores en mi aislamiento,
aquí, en el fin del mundo.
Esperanza cegadora,
una luz que nunca se apaga.
La esperanza cegadora nos regala un sueño.
Juntos, aquí, en el fin del mundo.
¿Qué ven ahora tus ojos?
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