Perdimos nuestra fe ciega,
perdimos la opción única de obedecer
y nuestra falsa inocencia.
Perdimos el camino predefinido,
la ausencia de elección que se nos había impuesto,
nos perdimos a nosotros mismos
tal y como éramos.
Y la culpa es nuestra
y perdimos nuestros nombres,
pero nunca renunciamos al Edén.
Y entonces, mientras mi sangre se derrama en el suelo,
el suelo engendra una rosa.
Y entonces, mientras la rosa que acaricio esconde una espina,
la espina me hace sangrar.
Sentimos cómo se levantaba el viento en nuestro interior,
descubrimos la Mano Izquierda y el libre albedrío.
Descubrimos el significado de la lujuria,
flores fantasmales en nuestro pelo
mientras la mañana nos guiaba a la Puerta del Este
para separar nuestros caminos.
Y entonces, mientras mi sangre se derrama en el suelo,
el suelo engendra una rosa.
Y entonces, mientras la rosa que acaricio esconde una espina,
la espina me hace sangrar.
*Esta canción se enmarca en un disco conceptual que toma muchas referencias bíclicas para hablar del ser humano en la sociedad actual. Esta canción recuerda a Adán y Eva cuando probaron el fruto prohibido y con ello fueron liberados de su ceguera y expuestos al libre albedrío; hoy en día, la mayoría de la población joven ya no cree ciegamente en ninguna fe y carga por ello con la responsabilidad de tener que tomar decisiones que antes le venían impuestas.
La Puerta del Este o Puerta Dorada representa la concepción de Jesucristo.
La Mano Izquierda suele representar la justicia, pero en la Biblia y en relación con el último verso de la estrofa se refiere a Abraham y Lot, que pretendían ocupar un mismo espacio donde no cabían con sus posesiones; decidieron separarse e ir uno a la izquierda y otro, a la derecha.
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